Se acerca San Valentín, una de las fechas más señaladas del año para muchas parejas. Pero no hace falta esperar al 14 de febrero para planear una escapada romántica, cualquier excusa es buena para disfrutar de unos días junto a tu pareja en alguno de los muchos pueblos con encanto de Castilla y León. Hoy vamos a descubrir 9 pueblos pintorescos para disfrutar de una romántica escapada en pareja a lo largo y ancho de Castilla y León.
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El Barco de Ávila (Ávila)
Famoso por sus judiones El Barco de Ávila, a los pies de la Sierra de Gredos y situado entre el Valle del Tormes y El Aravalle, disfruta de unos paisajes únicos. El río Tormes cruza este municipio, que cuenta con un singular casco histórico que data de la repoblación de los siglos X y XI y que puede ser el punto de partida de excursiones por su entorno natural. Para reponer fuerzas nada como los judiones o el chuletón de Ávila.
Candelario (Salamanca)
Candelario es un fijo en las listas de pueblos más bonitos de España, convirtiéndose en el destino ideal para una escapada romántica. Estamos en la sierra de Béjar, el sonido del agua nos acompaña en todo el pueblo y su peculiar arquitectura, marcada por las regaderas y batipuertas, es única. En Candelario también hay que hacer una parada gastronómica para disfrutar de sus embutidos.
Carrión de los Condes (Palencia)
Punto de paso del Camino de Santiago en su vertiente francesa, la ejemplar convivencia durante siglos entre cristianos y judíos ha dejado un interesante patrimonio para los turistas. Tenemos tres bienes de interés cultural, todos ellos representantes del románico: el monasterio de San Zoilo y su claustrio plateresco, la Iglesia de Santa María del Camino y la de Santiago, donde destaca el Pantocrátor.
Covarrubias (Burgos)
A orillas del Arlanza, el Camino del Cid o la Ruta de la Lana cruzan este bonito municipio burgalés, una villa medieval, donde destaca el Torreón de Doña Urraca, uno de los pocos monumentos de la época que más de 1.000 años después se conservan en perfecto estado. Sus plazas empedradas y unas calles estrechas, con casas de amplios soportales y balcones de madera, nos trasladarán a otra época.
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Medinaceli (Soria)
Celtas, romanos y musulmanes dejaron su huella en esta histórica localidad soriana, donde se encuentra el único arco triunfal con tres vanos de toda España. No dejéis de pasear por sus laberínticas calles, y tampoco os podéis perder la colegiata del siglo XVI ni una Plaza Mayor que es un excelente ejemplo del estilo castellano. Todo ello rodeados de casas señoriales y palacios que os harán sentir como en un cuento de hadas.
Peñalba de Santiago (León)
Si queréis pasar unos días lejos del mundo, este rincón del Valle del Silencio es vuestro destino. Nos encontramos en un pueblo situado en medio de las montañas, de calles empedradas y techos negro pizarra. Además, esta localidad berciana cuenta con algunos de los mejores ejemplos del mozárabe leonés, como una de las escasas iglesias califales con arcos de herradura que quedan en España. Un romántico viaje en el tiempo en pleno siglo XXI.
Puebla de Sanabria (Zamora)
Parada obligatoria en nuestro camino al Lago de Sanabria, este pueblo conserva todo el encanto de las ciudades medievales. Sus murallas siguen en pie, su casco urbano conserva esa configuración que nos devuelve a la Edad Media, presidido El Macho, su torreón fortificado, y con el castillo -que se puede visitar- protegiendo a sus vecinos.
Sepúlveda (Segovia)
Estamos a las puertas del Parque Natural de Hoces del Duratón, visita casi obligatoria. También lo son el Castillo de Sepúlveda o las murallas de una localidad que, curiosamente, dejan extramuros la Plaza Mayor. La muralla también ejerce de mirador del valle que recorre el Duratón. En Sepúlveda se encuentra el Museo de los Fueros, y tras callejear por ella o recorrer las Hoces del Duratón, nada como el lechazo asado en horno de leña para recuperar energías.
Urueña (Valladolid)
¿Puede una localidad de solo 200 habitantes ser una capital cultural? La vallisoletana Urueña lo es gracias a iniciativas como la Villa del Libro o a sus dos museos dedicados a la música. Todo ello dentro de las murallas que protegen este pueblo que conserva su aspecto medieval, lo que hará todavía más romántica vuestra escapada. En los alrededores de los Montes Torozos, las vistas de la Tierra de Campos desde Urueña son simplemente únicas.
