A estas alturas, todos sabemos que la gastronomía de Castilla y León se caracteriza por unos productos de primerísima calidad y una excelente cocina tradicional. Y la realidad es que Salamanca es un destino ideal para descubrir aromas y sabores únicos, y ser protagonista de una experiencia gastronómica como ninguna.
Allí descubrimos el Restaurante Río de la Plata donde conjugan a la perfección la cocina casera con un excelente servicio.
Restaurante Río de la Plata. Sus orígenes
Este restaurante fue fundado en el año 1958 como una pequeña casa de comidas, de la mano de Rafael y Josefa, y hoy en día es imposible negar que sigue siendo uno de los restaurantes de referencia de la ciudad.
Actualmente, son dos de sus hijos los que se encuentran al frente. Paulina, más conocida como Pauli, a cargo de los fogones, y Rafa dirigiendo el equipo de sala. Y como no podía ser de otra manera, gracias al esfuerzo y la dedicación que día tras día invierten en este proyecto, han visto convertido el Restaurante Río de la Plata, en uno de los mejores restaurantes de la ciudad.
Hoy en día, se trata de un restaurante de renombre, habitualmente frecuentado por políticos, artistas, y otros personajes conocidos, como la Duquesa de Alba, que acudía al restaurante cada vez que visitaba la ciudad.
A modo de curiosidad, seguro que te gustará saber que en el restaurante Río de la Plata, la Duquesa de Alba ya tenía reservada su «propia mesa», situada en una esquina junto a la pared, y que hoy es conocida por muchos como la «mesa de la duquesa«.
Restaurante de cocina tradicional en Salamanca
El Restaurante Río de la Plata, es un restaurante con historia, de aquellos en los que sólo necesitas permanecer unos instantes en silencio para escuchar lo que cuentan sus muros, testigos inconfundibles del paso del tiempo.
Este restaurante se caracteriza por una cocina tradicional, sencilla y auténtica. Apuesta por unas materias primas de calidad, que son cocinadas con cariño, sin prisas, a fuego lento… para obtener platos exquisitos que hacen las delicias de los comensales más exigentes.
Sus guisos son impecables, sus carnes riquísimas… una explosión de aromas y sabores mágicos que no te dejarán indiferente.
Prueba de esta exquisitez, son los numerosos reconocimientos con los que el restaurante ha sido galardonado. Sólo tienes que prestar atención a las paredes del comedor, para percatarte de su inmejorable trayectoria. La Medalla de Plata al Mérito Turístico o el reconocimiento a Paulina como la “Mejor profesional del sector”, son algunos de ellos.
A todos nos gusta poder disfrutar de lo bueno… lo mejor. Si estás buscando un restaurante en Salamanca, no hace falta que busques más. Prepárate para degustar el cabrito con almendras, una de las especialidades de la casa. Pero si quieres, te contaré un secreto… Sea cuál sea el plato por el que te decidas, ya sea un asado o un rodaballo, deberás acostumbrarte a degustar “lo mejor de lo mejor”. Además, con una cocina marcada por la tradición familiar, han sabido conservar los platos clásicos elaborados como antaño, como lo hacía Josefa.
Su carta, amplia y variada, propone un sin fin de platos y entrantes, entre los que podrás encontrar platos a base de verduras, consomés, revueltos, embutidos ibéricos, pescados, las carnes, o asados de cabrito, tostón y cordero. Además, en el restaurante Río de la Plata, a diario se elabora un “plato del día” diferente, destacando el cocido castellano, la menestra, las judías con chorizo y las lentejas.
Cada uno de los platos se complementa con una carta de vinos excepcional. Podrás elegir entre un gran abanico de posibilidades, entre las que merece la pena destacar los crianzas y reservas nacionales, además de los blancos, rosados, cavas y champañas.
Y para terminar aún con un mejor sabor de boca, una gran variedad de postres caseros y sencillos como el flan, las natillas o el arroz con leche que podrán el broche final a una experiencia gastronómica de lujo.
