Hace muy poco os proponíamos 5 escapadas para disfrutar de la naturaleza en Castilla y León en las Hoces del Río Duratón, la Montaña Palentina, el Valle de Tera, Mota del Marqués o la Sierra La Serrota. ¡Pues aquí os dejamos la segunda parte! Cinco escapadas para amantes de la naturaleza en las que podréis disfrutar de paisajes idílicos.
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Escapadas para amantes de la naturaleza en Castilla y León
Sierra de Francia – Las Batuecas
Entre montañas de gran pendiente, descubrimos un valle secreto con mucha vida. Innumerables ríos recorren un lugar lleno de bosques de carácter mediterráneo en el que adentrarse para olvidar todo lo demás. Las cuevas formadas en este conjunto natural de montañas albergan pinturas rupestres de nuestros antepasados del Neolítico. Un paisaje rodeado de un aura misteriosa y mágica gracias a las leyendas que corren sobre este espacio natural de Las Batuecas, en la provincia de Salamanca.
Sin duda es un lugar del que cuesta desprenderse, por eso os recomendamos la Casa Rural el Mirador de la Veleta, un espacio ubicado en Miranda del Castañar, con unas vistas espectaculares al Espacio Natural Las Batuecas – Sierra de Francia. Disfruta del paisaje que ofrece la naturaleza salmantina desde las comodidades de un alojamiento de ambiente rural y acogedor con capacidad máxima para 10 personas.
Naturaleza pura en El Bierzo
Hace siglos, monjes y eremitas recorrieron las rutas que conforman esta región natural situada en la provincia de León. Sus valles, ríos y montañas hacen de este lugar un escenario perfecto para perderse y descubrir lo que nos regala la naturaleza de Castilla y León. Desde el Valle del Silencio, hasta Las Médulas, ese enclave tan peculiar que fue una explotación minera de oro romana a cielo abierto y que ha dejado unos relieves con arenas rojizas mezclados con una vegetación de castaños y robles.
Y como no, lo mejor es alojarse en un municipio tranquilo y sosegado. La Casa Rural Osa Mayor, que se encuentra en una pequeña población rural llamada Valtuille de Arriba, es nuestra propuesta. Un lugar con capacidad para ocho personas y que no defraudará a todos los aventureros que quieran descubrir los caminos naturales de los alrededores.
Laguna de Galingómez en Gredos
En la parte occidental del Parque Nacional de la Sierra de Gredos, en Ávila, descubrimos un paisaje en el que se respira aire puro y donde el azul del cielo, el verde intenso de la vegetación y la transparencia del agua nos llevan a otro mundo. Hablamos de la garganta de Galingómez y su laguna, más conocida como la Laguna del Barco. Una zona donde abundan lavandas, botoneras y tomillos, algo que hace que varias especies de mariposas vuelen a nuestro alrededor.
Para recorrer la zona con calma y descubrir todos sus rincones, os proponemos que paséis la noche en el Hotel Rural Galamperna, con maravillosas vistas a la sierra, así nunca olvidaremos dónde estamos. Está situado en Nava del Barco, una localidad abulense rodeada de grandes peñascos que sorprende a todo el que visita la zona.
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Senderismo y naturaleza en Toro
Toro es un municipio zamorano tranquilo y declarado Conjunto Artístico Monumental. Aunque su atractivo principal es el arquitectónico, hay varios caminos poco conocidos que nos descubren una zona natural digna de ser contemplada por todos los amantes de la naturaleza. Por ejemplo, pasear por la ribera del río Duero al son de la corriente hasta que llegamos a la presa de la Granja Florencia. En esta ruta es posible contemplar cigüeñas, avutardas, garzas y más aves que sobrevuelan la zona. En cuanto a la flora, chopos, álamos, frutales… Rutas ideales para pasear o ir en bici.
Una escapada tranquila, envueltos en naturaleza y la tranquilidad del mundo rural. El alojamiento ideal para este tipo de escapada es el Hotel Rural Marialba, un edificio bioclimático restaurado con aprovechamiento de energía solar y situado a 400 metros del río Duero. Además, si nos alejamos un poco, podemos visitar los Arribes del Duero o las Lagunas de Villafáfila.
Valle de Valdorria
En el Valle de Valdorria, León, es posible descubrir lugares inesperados. Por ejemplo, la cascada conocida como Cola de Caballo, a la que podríamos mirar durante horas gracias a la elegancia y fuerza con la que cae el agua. Pero no sólo eso, porque este valle también está habitado por caballos que corren libres por el campo, todo un espectáculo. Esta zona es una de las preferidas por los senderistas por sus rocas, abundante vegetación y ascensos pronunciados.
Si nos hemos pegado una buena caminata, es necesario reponer fuerzas durmiendo plácidamente, algo que se convierte en realidad en la Casa Rural Cola de Caballo, situada en el mismo Valdorria, un pueblo ubicado en plena Cordillera Cantábrica. Una vez descansados, podemos aprovechar el viaje para visitar los Picos de Europa y tener unas vistas espectaculares de todo el valle.
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